gratitud a Dios por sus promesas" Este versículo nos recuerda que la salvación es un regalo inmerecido de Dios, y no algo que podamos ganar por nuestros propios méritos. Nuestra respuesta debe ser una gratitud humilde y sincera.Al contemplar el amanecer de un nuevo día, me embarga una profunda sensación de reverencia y confianza en los planes